El último paseo esquiando --- 31.03.2014
Hace un par de fines de semana salí de excursión a Katnosdammen, una de esas cabañas perdidas que hay en el bosque. Desde Oslo cogí el tren -la llamada Gjøvikbane- y me apeé en Stryken. Desde allí tuve que andar bajo la lluvia unos tres kilómetros para encontrar nieve. El resto del camino lo pude completar esquiando.
La lluvia se convirtió en pequeños esferoides helados que el viento en contra me tiraba a la cara. El día perfecto para quedarse en casa, ¿no es verdad? ¡Pues no!
En norueo se dice "Det finnes ikke dårlig vær, det finnes bare dårlig klær" y significa que "No existe el mal tiempo, sólo la ropa equivocada".

El lago Katnosa congelado.
El lago Katnosa completamente congelado.

Yo iba bien abrigadito, así que no tuve problema. Una vez en la cabaña las nubes desaparecieron y por la noche se pudo ver un cielo limpio plagado de estrellas. ¡Vi 4 estrellas fugaces! Siento no tener fotos, no llevé la cámara de fotos "buena" porque la previsión meteorológica mencionaba cielos nublados. Ver las estrellas fue una sorpresa... como también fue sorprendente ver el SOL al día siguiente.
La primavera ya está aquí, yo ya he guardado el equipod de esquí de fondo y he adelantado la hora. ¡Menos mal que me lo recordaron ayer!

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La edición 77 --- 17.03.2014
Fue a principios de 2013 cuando empecé a pensar en ello y fue a finales de año -antes de navidades- cuando me apunté. Con el nuevo año ya estrenado dio comienzo el entrenamiento. Lo primero fue salir a correr -con lo poco que me gusta- debido a la falta de nieve. En paralelo, las sesiones de estiramientos y los ejercicios con pesas que han acompañado todo el proceso.
Más tarde -al llegar la nieve- empezaron los paseos esquiando. El plan ha sido simple:
  • Entre 10 km y 15 km unas dos veces por semana.
  • Entre 25 km y 30 km los sábados.
  • Descanso el domingo.
También había un objetivo muy claro: No llegar el último.
Y como toque extra no me he afeitado ni cortado el pelo en 3 meses. Para parecer más hombre del bosque. La verdad es que la barba ayuda mucho cuando sopla el viento y con el pelo largo no me hace falta llevar gorro.

Una excursion de entrenamiento.Trazado y perfil de una de mis excursiones de entrenamiento.

Entrenamiento, objetivo... ¿para qué? No llegar el último... ¿a dónde?
Aquí va mi pequeño secretito: a finales del año pasado me apunté a Birken, la carrera de la que ya hablé hace algunos añitos que rememora una aventura épica del siglo XIII. Son 54 km desde Rena hasta Lillehammer.

El evento estaba organizado para este fin de semana pasado y el resultado ha sido...
La carrera ha sido cancelada. Aunque la meteorología era estupenda en el punto de salida, en la montaña el viento soplaba en contra a 54 km/h. A -6ºC la sensación térmica con un viento a esa velocidad es de unos -26ºC. El viento también había ocultado el trazado de la pista con la nieve caída esa misma noche. Y si a esto se le suma la logística que acarrean 17.000 participantes... lo mejor es cancelar.
En las noticias de la noche vi una entrevista al responsable de pista, el pobre hombre apenas podía hablar.

Viento en la montaña.
Imagen de la organización para la prensa. Foto: Johannes Haukåssveen.

No hay mal que por bien no venga, la carrera era la guinda que coronaba un pastel. He aprendido mucho de esquí y me lo he pasado bien entrenando. Ya me he afeitado la barba de naufrago y me he cortado el pelo :-)
El reto y el afán de superación personal siguen estando encima de la mesa, esta cancelación no ha sido un "adiós", sino un "hasta el año que viene".
Sigo motivado - Ya contaré qué tal se me da la edición 78.

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Eggedal --- 10.03.2014
Este invierno ha sido curioso del todo: mucha nieve en la montaña y poca en el resto de la geografía. Eggedal -cerca de Norefjell- es uno de estos parajes montañosos donde la nieve todabía abunda. Y es precisamente en Eggedal donde he estado este fin de semana.

Conduciendo por un camino en la nieve.

Fui con unos amigos a su "cabaña perdida". Como cada viernes, es importante salir pronto de la gran ciudad para evitar la gran cola de gente que huye para aprovechar el fin de semana. ¿Esto le suena a alguien?
Que nadie se sorprenda, en todas partes cuecen habas.

Varios metros de nieve.

La escapada ha valido la pena, sin duda. No solo hemos podido disfrutar de mucha nieve, sino que además el SOL se dignó a aparecer dejándonos preciosas estampas de montaña para fotografiar. Aunque no se note, estábamos a 15ºC al SOL cuando hice la fotografía. ¡Casi verano!



Me encanta el efecto que produce el viento al llevarse la nieve. Y me sorprende que haya tantas similitudes entre la arena y la nieve. La escena sin protagonista esquiando ni abetos bien podría parecer un desierto con un ligero cambio de color.

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