Ut på tur --- 22.09.2018Hay un dicho noruego "Ut på tur, aldri sur" -muy típico y usado- que significa "de excursión no te enfades" que me gusta mucho porque transmite esa idiosincracia noruega del
god stemning o
buen rollo. La vida es una excursión, un viaje. Y hay que estar de buen humor.
Después de una excursión o viaje se puede mirar atrás y observar la amalgama de recuerdos buenos, momentos malos, errores cometidos, cosas aprendidas y experiencia ganada.
¿Y qué mejor día que este -mi undécimo aniversario- para recordar todo eso?
He hecho muchas cosas, unas más espectaculares que otras, pero siempre entretenidas. Cosas como aprender un idioma, escalar glaciares y montañas, aprender a esquiar tanto esquí de fondo como slalåm (sin romperme nada), perderme en el bosque, observar fauna salvaje, coger frutos silvestres, hacer mermelada, ver las auroras boreales, conocer el bosque de Nordmarka y Østmarka, etc.
- Et år i Norge.
- La canción de cumpleaños.
- No hay dos sin tres.
- Uno más.
- V.
- Después del quinto viene el sexto.
- ¡Ya son siete!.
- 1000 (Base 2).
- Mirando las musarañas.
- Espanorsk X.
¡Pero no hay que vivir en el pasado! No hay que
olvidar el futuro, que trae consigo nuevas aventuras y nuevos retos. Y en mi caso trae también el comienzo de una nueva etapa en la vida... en otra ciudad, en otro país.
Ya no estoy en Noruega. Es raro salir a la calle y escuchar otro idioma. Al despertar me pregunto -como en las películas- si todo ha sido un sueño. Ya lo dijo Segismundo en "La vida es sueño":
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Ha sido un sueño estupendo :-)
Y espero para también lo haya sido para toda mi fiel parroquia de lectoras y lectores.
Es inevitable preguntarse qué pasará con la web. Todo continuará siendo accesible como hasta ahora. No voy a borrar nada. Es posible que escriba muy de vez en cuando, pero no prometo nada.
Noruega siempre tendrá un sitio en mi corazón. Takk for meg :-)
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Reina Maud de Noruega --- 31.08.2018El paso del noreste o
ruta marítima del norte es una ruta entre Europa y Asia mucho más corta -y por tanto atractiva- que su alternativa a través del canal de Suez. El problema -claro está- es que el camino queda bloqueado por el hielo.
¿Y qué tiene que ver la reina Maud con esto? Bueno, no me refería a la reina. Me refería al barco que -con su permiso- fue bautizado con ese nombre. El barco fue construido expresamente para la segunda expedición ártica de
Roald Amundsen cuya finalidad era la de investigar la ruta marítima comentada anteriormente. El barco fue construido en Asker, botado en verano de 1917 y bautizado con un trozo de hielo.
Maud, foto de Wikipedia.
Se podría decir que principios del siglo XX fue la edad de oro de la exploración noruega. Y esta exploración estaba muy centrada en conocer más sobre el polo Norte y el polo Sur.
La expedición fue un desastre. Maud realizó su viaje, pero tardó bastante más de lo esperado: 6 años, de 1918 a 1924. Estuvieron un año entero encallados en el hielo cerca del
cabo Cheliuskin. Volvieron a encallar 11 días después de liberarse. Los compañeros enviados a Dikson para dar parte de su situación murieron por el camino.
Después de dos años encallados en el hielo tuvieron que viajar al sur para reparar el barco y comprar provisiones. El sitio elegido fue Nome, en Alaska. Varios marineros aprovecharon la ocación para abandonar la expedición y volverse a casa.
El navío también pasó su tercer invierno encallado en el hielo en el estrecho de Bering por lo que tuvieron que volver a Seattle para reparar más daños. El propio Amundsen abandonó temporalmente el barco para volver a Noruega porque necesitaba dinero.
El único que pudo sacar algo de provecho fue
Harald Sverdrup, el geofísico que participó en la expedición. Amundsen se arruinó y el barco fue vendido por los acreedores en Seattle.
El navío pasó a ser propiedad de la
Compañía de la Bahía de Hudson y a llamarse Baymaud. Se convirtió en un barco de suministros antes de hundirse en 1930 en
Cambridge Bay, Nunavut.
Maud en Oslo, agosto de 2018.
En 1990 Asker kommune compró los restos de barco por 1 dólar americano y la empresa
Tandberg (también de Asker) empezó una campaña para traer el barco de vuelta a Noruega (mucho dinero y mucho papeleo burocrático), repararlo y finalmente exhibirlo en un museo.
De momento ya han conseguido la primera parte. El barco llegó -en otro barco- al puerto de Oslo la semana pasada.
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