Mirando las musarañas --- 22.09.2016 El sábado salí de excursión al bosque. Hacía un precioso día de otoño y la temperatura era excelente. Todavía quedan arándanos en zonas más alejadas de la población y los más afortunados ya disfrutan en casa de raciones de setas del bosque.
Iba yo pensando en las musarañas cuando -de repente- apareció en medio del camino. ¡Un ratoncito de campo! Tal vez no se percató de mi presencia o tal vez no tuvo miedo alguno, el caso es que el animalito no interrumpió su tarea. Yo no dudé un instante y saqué la camara para filmar:
Menudo ratoncito más raro! Su tamaño era diminuto, la forma de su cabeza extraña y me dio la impresión de que estaba muerto de hambre. Busqué razas de ratones noruegos y no encontré nada. Un golpe de suerte me llevó hasta las musarañas y allí comprobé que se trataba de la Musaraña enana, un animalito que no sobrepasa los 6 gramos de peso y que si no come cada media hora se muere de hambre debido a su metabolismo acelerado. En Wikipedia pone que puede morir de miedo, pero este especimen me ignoró sin miramientos - estaba demasiado ocupado buscando algo que comer.
Y así -pensando en las musarañas, literalmente- cumplo 9 años en Noruega.