Un paseo de 20 minutos --- 10.06.2015
El vuelo de Oslo fue puntual. Su duración también fue precisa: 1h 30min. La duda me asaltó en cuanto salí del avión en el aeropuerto de Bodø: ¿Dónde está el servicio?

La siguiente misión después de vaciar la vejiga consistió en encontrar información referente a mi siguiente vuelo. ¡El viaje no había terminado! Llegado el momento anunciaron el vuelo y todos los pasajeros embarcamos... los 15 pasajeros.



El avión iba destinado a Leknes, la capital de la isla Vestvågøya en el archipiélago de Lofoten. Una ciudad con unos 3.200 habitantes y 5 peluquerías sólo en la calle principal. En total hay 7 peluquerías.



Tuve que parar la grabación antes de aterrizar debido a las numerosas turbulencias. El fuerte viento mecía la pequeña cafetera voladora. Por cierto, me encantó el aeropuerto- un sitio sin complicaciones: una habitación.
El vuelo Bodø-Leknes fue cortito, tardó apenas 20 minutos en recorrer unos 100km. El ferry desde Moskenes tarda casi 4 horas en recorrer una distancia similar.

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Hurra for 17. mai --- 17.05.2015
El denominado himno nacional noruego se llama "Ja, vi elsker dette landet" (Sí, amamos este país) y fue escrito -nada más y nada menos- por el mismísimo Bjørnstjerne Bjørnson. Se dice que es el himno nacional de facto ya que en ningún momento ha sido votado/aceptado por ningún comité u organo gubernamental.


Ja, vi elsker dette landet
som det stiger frem
furet, værbitt over vannet,
med de tusen hjem.
Elsker, elsker det og tenker
på vår far og mor,
og den saganatt som senker
drømmer på vår jord.

Dette landet Harald berget
med sin kjemperad,
dette landet Håkon verget
medens Øyvind kvad;
Olav på det land har malet
korset med sitt blod,
fra dets høye Sverre talte
Roma midt imot.

Bønder sine økser brynte
hvor en hær drog frem;
Tordenskjold langs kysten lynte,
så den lystes hjem.
Kvinner selv stod opp og strede
som de vare menn;
andre kunne bare grede,
men det kom igjen!

Visstnok var vi ikke mange,
men vi strakk dog til,
da vi prøvdes noen gange,
og det stod på spill;
ti vi heller landet brente
enn det kom til fall;
husker bare hva som hendte
ned på Fredrikshald!

Hårde tider har vi døyet,
ble til sist forstøtt;
men i verste nød blåøyet
frihet ble oss født.
Det gav faderkraft å bære
hungersnød og krig,
det gav døden selv sin ære –
og det gav forlik.

Fienden sitt våpen kastet,
opp visiret for,
vi med undren mot ham hastet;
ti han var vår bror.
Drevne frem på stand av skammen
gikk vi søderpå;
nu vi står tre brødresammen,
og skal sådan stå!

Norske mann i hus og hytte,
takk din store Gud!
Landet ville han beskytte,
skjønt det mørkt så ut.
Alt hva fedrene har kjempet,
mødrene har grett,
har den Herre stille lempet,
så vi vant vår rett.

Ja, vi elsker dette landet,
som det stiger frem,
furet, værbitt over vannet,
med de tusen hjem.
Og som fedres kamp har hevet
det av nød til seir,
også vi, når det blir krevet,
for dets fred slår leir.

Texto de "Ja, vi elsker dette landet"

Curiosamente no es la primera vez que esto ocurre. Anteriormente existieron dos himnos aceptados por el pueblo que cumplieron himno nacional:
El día se vivirá pasado por agua en casi todo el país excepto en el norte, allí la predicción muestra SOL. Que nadie se olvide en casa ni el paraguas ni las banderitas noruegas, después del desayuno con cava en casa de algú amigo hay que ir a ver la cabalgata infantil y saludar a los reyes.

Más sobre el tema: 2014, 2013, 2012, 2011, 2010, 2009, 2008.

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La etapa 10 --- 11.05.2015
A las 21:10h del viernes 8 de mayo llegó un mensaje directo al grano:

"¿Te vienes mañana? Faltan dos para completar el equipo"

A los que me decís que yo me apunto a un bombardeo... tenéis razón. De inmediato, y sin pensarlo dos veces, contesté:

"¿Dónde y cuándo quedamos?"

¿A qué me había apuntado? Reflexioné unos segundos y caí en la cuenta: Ya estamos en mayo. Sólo puede ser Holmenkollstafetten, la aventura más bonita de la primavera.

Los miembros del equipo fuimos apareciendo poco a poco en el sitio de reunión. De forma caóticamente ordenada -muy noruego- se comentaron las etapas y se repartieron.

Esta vez fue honrado con la etapa 10 y sus 600 y pico metros planos ligeramente cuesta abajo en los que hay que correr como si te persiguiera un guepardo. Y menos mal que no hubo guepardo o yo no estaría escribiendo estas líneas.



Lo mejor fue la velada después de la carrera, cuando todos contamos batallitas de lo difícil que ha sido coger el testigo y lo complicado que ha sido encontrar a nuestro relevo.

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