Es un lugar muy conocido, de los más fotografiados del país. Lo que pasa es que la horda de turistas llega en verano, no en invierno.
...Y la solución es... ... ... Claro que sí, el púlpito: Preikestolen.
Es el lugar de moda. Empecé el año hablando del lugar y ahora (bueno en marzo) vuelve a ser noticia porque Google ha realizado la excursión para que el mundo pueda disfrutar el panorama sin salir de casa.
En alguna sobra que otra es posible distinguir la sombra de una persona cargada con una gran mochila de la que sobresale una especie de tubo; la silueta de una cámara panorámica.
Desde España estoy seguro de que ni se notó. En Oslo sí que se percibió la oscuridad, entre otras cosas porque el día fue muy nublado. Todos pensaban ya que no se vería nada cuando -casi milagrosamente- el cielo se despejó... un poco. De ver una grisácea y mullida capa de nubes se pasó a poder distinguir dónde estaba el SOL. Y esto fue lo que pudimos observar:
Varios miles de personas viajaron hasta Svalbard -a unos 1.200 km. del Polo Norte- para ver el eclipse. En su capital, Longyearbyen, estaba tomada por fotógrafos, científicos y curiosos con ganas de ver el espectáculo. 100% de ocupación hotelera. La anécdota graciosa al respecto, traducida de NRK:
La gente viene y se piensa que esto es más grande de lo que es. Piensan que pueden dormir en un banco en la estación de autobuses y preguntan dónde está. Pero sólo hay un autobús que circula entre el aeropuerto y los hoteles, nada más. Kjersti Norås de Visit Svarbard.
La noticia triste es que tuvieron que sacrificar a un oso polar que casi se come a un turista. Ahora queda investigar si el turista cometió una imprudencia o no. El susto y las cicatrices ya no se los quita nadie.
Antes de la carrera --- 21.03.2015 Ya estamos en privamera y tengo una cita con el esquí; hoy se celebra Birkebeiner, la competición de conmemora el rescate del bebé que más tarde sería coronado rey. Ayer viajé desde Oslo hasta Rena, hoy toca esquiar desde Rena hasta Lillehammer.
Estoy concentrado y también inquieto. Son muchas las cosas que se me pasan por la cabeza. Se que hay unos 17.000 participantes. Ah, yo tengo el dorsal quincemil y pico. Salgo de los últimos y eso significa que la nieve de la pista estará asquerosa. ¿He encerado los esquíes adecuadamente? Sin la cera correcta estoy vendido.
Tengo miedo, lo admito. ¿Estaré a la altura? Sólo hay una manera de averiguarlo. La mochila la tengo preparada; ropa de abrigo, comida, agua. Llevo los obligatorios 3,5 kg de peso. No tengo que quemarme al principio.