La etapa 10 --- 11.05.2015
A las 21:10h del viernes 8 de mayo llegó un mensaje directo al grano:

"¿Te vienes mañana? Faltan dos para completar el equipo"

A los que me decís que yo me apunto a un bombardeo... tenéis razón. De inmediato, y sin pensarlo dos veces, contesté:

"¿Dónde y cuándo quedamos?"

¿A qué me había apuntado? Reflexioné unos segundos y caí en la cuenta: Ya estamos en mayo. Sólo puede ser Holmenkollstafetten, la aventura más bonita de la primavera.

Los miembros del equipo fuimos apareciendo poco a poco en el sitio de reunión. De forma caóticamente ordenada -muy noruego- se comentaron las etapas y se repartieron.

Esta vez fue honrado con la etapa 10 y sus 600 y pico metros planos ligeramente cuesta abajo en los que hay que correr como si te persiguiera un guepardo. Y menos mal que no hubo guepardo o yo no estaría escribiendo estas líneas.



Lo mejor fue la velada después de la carrera, cuando todos contamos batallitas de lo difícil que ha sido coger el testigo y lo complicado que ha sido encontrar a nuestro relevo.

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