Hace 30 años --- 16.06.2016
La última lectura del panel de control marcaba una producción de 33.000 MW. Más de uno estaría asombrado, esa cifra era 10 veces superior a lo que normalmente se producía. Estoy convencido de que ese asombro se transformó en mucho miedo cuando la nube de hidrógeno que se formó en el interior del núcleo hizo volar la tapa de 2.000 toneladas que cubría el reactor. Es una historia conocida, esto ocurrió hace 30 años en Chernobyl.
El viento propició que la contaminación radiactiva se paseara por varios países del continente europeo, entre ellos Noruega.

Uno de los contaminantes que llegó hasta aquí fue el cesio-137, cuyo periodo de semidesintegración es de 30 años. Eso significa que aproximadamente la mitad de todo lo que llegó sigue estando... por ahí suelto.

La mala noticia es que no hay manera de limpiar tal contaminación. Hay que esperar y dejar la Naturaleza siga su curso.
La buena noticia es que en algún momento cayó al suelo -en el bosque- y que los hongos que lo habitan llevan desde que ocurrió el accidente comiendo radiación.
¡Qué no cunda el pánico! Es seguro salir a pasear por el bosque.

Radiactividad en las setas
Fuente: miljøstatus.no

¿Es peligroso comer setas recogidas del bosque? Pues sí. Con o sin radiación, a menos que uno sepa muy bien lo que hace yo recomiendo no tocar ningún hongo y mucho menos comérselo.

En cuanto a la radiación, sí es seguro. Incluso las setas procedentes de Lierne, la zona más afectada de Noruega. Aunque para ser sinceros, yo las setas procedentes de allí no me las comería.

Las setas del resto del país no representan problemas de salud por culpa de la radiactividad. Primero porque se comen muy pocas setas cogidas del bosque; no es una parte importante de la dieta. Y segundo porque esos niveles están dentro de lo asequible por el cuerpo y de lo razonable. Las setas de las tiendas pasan un control para verificar que su radiación no supera los 600 Bq/kg.

Los plátanos, las patatas y las alubias son frutos/vegetales radiactivos por naturaleza y nos los comemos sin problema.

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Harestua --- 19.05.2016
Hasta el 7 de mayo de 2049 no volverá a ocurrir. Y quizás no se pueda ver debido a la nubosidad, ¡nunca se sabe! El caso es que el 9 de mayo de 2016 tuvo lugar el tránsito de Mercurio, es decir, desde La Tierra pudimos ver cómo Mercurio cruzó el SOL de lado a lado.

Mercurio al inicio del tránsito.

Harestua es una pequeña población a unos 50km al norte de Oslo que se encuentra en medio del bosque de Nordmarka. Podría ser una parada más en la línea ferroviaria entre Oslo y Gjøvik (la denominada Gjøvikbanen), pero hay algo especial. En Harestua se encuentra el Observatorio Solar y cuenta con uno de los telescopios solares más grandes del mundo.

Observatorio Solar de Harestua

Una de las tareas del observatorio consiste en la difusión y el día del tránsito se organizó una jornada de puertas abiertas para poder contemplar el fenómeno.
Espejos por aquí, filtros por allá, un telescopio -claro- ¡y la magia está servida!

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Una excursión llena de sorpresas --- 09.05.2016
Aquello no estaba nada claro. Tenía que hacer esa excursión, pero no me lo estaban poniendo nada fácil. La web de turismo mostraba un horario, pero en la web de la empresa de transportes se mostraban otros tiempos. En la estación había un tercer horario, que tampoco coincidía con los anteriores.

"No te preocupes" -me dijo la chica que vendía los billetes de la excursión en una mesa delante de la estación- "todos los horarios contienen errores. Lo mejor es que preguntes más tarde al conductor del autobús".

Es verdad, después del trayecto en ferry el viaje continúa en autobús. Un autobús -por cierto- que no debería haber estado allí... según el folleto informativo.

"Según el folleto, la temporada comienza en mayo, ¿verdad?" - pregunté.
"Sí. Lo que pasa es que hemos decidido empezar antes" - me contestó el conductor.
"¿Qué horario sigue el autobús? ¿Cuándo pasa el último?" - pregunté intrigado.
"Tranquilo, no hay de qué preocuparse" - me contestó el conductor mientras revisaba los billetes de la familia de turistas asiáticos que acababan de subir.

La industria turística noruega está en pañales, está claro que el sitio se vende solo. Al terminar el paseo en autobús comenzó el tramo a pie. El recorrido de 3.800 metros lo realicé en el plazo reglamentario de 2 horas. Mi recompensa:

Preikestolen mientras nieva

Es una lástima que la fotografía no pueda transmitir lo emocionante del momento. Yo ya había estado antes, pero nunca en medio de una tormenta de nieve. El viento soplaba con fuerza y la nieve caía de abajo a arriba (¿?). Todos los que allí estábamos buscamos refugio detrás de alguno de los pedruscos que hay en el camino. Muchos decidieron hacerse la foto de rigor y volver de inmediato. Hacía frío. Abril en la montaña.

Preikestolen, gente en el borde

El viento dio una tregua y los pocos que todavía quedábamos aprovechamos el momento para... Pues eso, ¡para hacer más fotos!

El autobús de vuelta no pasó cuando tenía que pasar. Al no haber sincronía con el ferry tuve que esperar 40 minutos en el muelle. Pero nada de eso me importaba ya.

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