El día más largo del año --- 26.06.2008¡Cómo ha pasado el tiempo desde aquellas noches oscuras y nevadas! Y es que únicamente cuando uno pasa aquí el invierno y luego el verano comienza a comprender el motivo por el cual los noruegos tienen dos palabras para designar lo que nosotros denominamos "día".
- "día" es el tiempo que tarda nuestro planeta en dar un vuelta completa sobre sí mismo. En nuestro caso unas 24 horas aproximadamente.
- "día" también sirve para diferenciar, dentro de ese periodo de 24 horas, las horas de luz de las horas de oscuridad.
Si nos fijamos en la segunda definición, se observa que "día" se usa para distinguir el día de la noche y viceversa. Veamos... ¿Qué pasa cuando no hay noche? ¿Y cuando lo que no tienen "día"? Ambos conceptos, "
día" y "
día", se vuelven un poco ambiguos. El idioma noruego ha sabido solucionar este problemilla introduciendo la palabra "døgn" para referirse al primer uso que he explicado, es decir, "
día" como periodo de 24 horas. Esta palabra no tiene equivalente en español. Toda esta explicación es para recordaros que ¡¡ya estamos en
verano!!... o en
invierno si me estás leyendo desde el hemisferio sur. En Oslo en estos momentos el Sol se pone a las 22:42h y sale a las 3:54h.
Esto significa que, en realidad, no oscurece y siempre hay un resplandorcillo en el cielo. En las zonas del círculo polar se puede disfrutar desde ya hace algún tiempo del famoso
Sol de media noche, es decir, Sol
las 24h del "día". Lo que no entiendo es cómo en Noruega la gente no tiene persianas en las ventanas. En invierno no importa, pero en verano...
Que haya más horas de luz tiene sus ventajas, por ejemplo, hay más vidilla "nocturna". Aunque eso creo que es por las temperaturas, no por la luz... resulta raro cambiar de local un viernes "por la noche", a eso de la 1:00h, y ver que es de "
día". El cuerpo se acostumbra, poquito a poco, pero se acostumbra. Hasta tal punto que si yo ahora viajara a algún lugar en el que el Sol se pone a las 21:40h (España, por ejemplo) me resultaría raro ver que a las 23:30h ya es de noche... ¡y eso es justo lo que me pasó hace 3 semanas!
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Me he quedado sin conjunción lunar --- 21.02.2008La verdad es que la cosa se parece al chiste ese de:
30.000 espectadores, 80 periodistas, 40 guardias de seguridad, 22 jugadores, 20 policías, 10 suplentes, 4 árbitros... ¡¡ y la paloma tiene que cagarme a mi !!
...pues eso. Un fin de semana maravilloso con solecito y "altas" temperaturas. Un lunes y martes idílicos con estupendas salidas y puestas de Sol. Noches con la luna llena y el cielo cargado de estrellas. Ya esperaba yo ansioso la noche del miércoles al jueves para ver el eclipse... y se me encapota el cielo :-(
Podéis ver algunas fotos y videos en la web del periódico
Aftenposten. Espero hayais tenido mejor suerte que yo.
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Una de averías --- 10.01.2008El martes fue un día malo,
ferrocarrilmente hablando. Se
estropeó el sistema de señales entre dos estaciones de la zona oeste (Stabekk y Høvik) y los trenes no pudieron pasar de ahí.
Ver mapa más grande En realidad pasaba uno cada... no se cuánto. El caso es que a las 19:20 yo llevaba 52 minutos esperando. A las 19:24 pasó el único tren que
cruzaba este tramo. Esta avería provocó una aglomeración importante de gente en las horas punta en la estación de Skøyen, ya que todos los trenes que viajan hacia el oeste descargan a sus pasajeros ahí. A partir de allí tocaba o buscarse la vida o esperar. No obstante sólo hubo problemas de masificación a ciertas horas. A horas más "extrañas" fue simplemente una incomodidad, por la espera.
Este suceso me ha recordado aquel
incendio que hubo en la estación central de Oslo, en la sala de control debido a un cortocircuito en la línea de alta tensión. Esto ocurrió a finales de noviembre de 2007 y supuso un caos a nivel nacional, ya que
Oslo S comunica el oeste del país con el este y con Suecia. Recuerdo que hubo taxis y autobuses que suplían la carencia de trenes y que a los viajeros nos esperaban con café caliente y galletas en las estaciones. Esta vez no ha sido tan importante y no ha habido nada, salvo unos avisos ocasionales por el altavoz diciendo que el tren que tenía que llevarme a casa se volvía a retrasar.
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