Equilibrio por el hielo --- 15.02.2008 Cinco son los sentidos que tenemos, vista, oido, olfato, gusto y tacto. De todos ellos el oido es el más importante para caminar por el hielo. ¡Venga ya! Pues sí, es el oido ya que es el responsable de nuestro equilibrio.
Los canales semicirculares están dispuestos sobre tres planos como en un giroscopio, de forma que detectan aceleraciones y desaceleraciones. Todo esto en combinación con otras partes de oido (no soy ningún experto) nos dota de equilibrio. ...vale y todo esto ¿de qué me sirve para caminar por el hielo? Básicamente de nada, pero me hacía ilusión publicar algo sobre el sistema de equilibrio de los humanos. Un video que muestra un sistema informático controlando el equilibrio de un péndulo.
Para los que no hayan estado por aquí antes, lo importante es saber distinguir entre hielo y nieve. Entonces la pregunta es: ¿se ve diferencia entre el hielo y la nieve? Yo antes de venirme "al norte" entendía como nieve lo que se ve en la tele (por navidad o en las pistas de esquí) y como hielo lo que produce el congelador, así que puedo decir que yo no encontré ninguna diferencia visual al principio... hasta que te resbalas un par de veces. Es entonces cuando te preocupas por saber dónde puedes/debes pisar y dónde no. Entre la nieve recién caída y la nieve que se ha convertido en hielo no hay casi diferencia visual. Pero en la primera de hundes (mucho) cuando la pisas y en la segunda no te hundes (casi). El agua congelada de los charcos es lo que puede ser peligroso, sobre todo si se congela encima de una capa de nieve. En este caso resbala muchísimo. Entre que es transparente y que casi siempre es "de noche" no es fácil darse cuenta de lo que uno está pisando... y te caes. También es peligroso el hielo "a secas". No hace falta que llueva. Sobre la calzada pueden formarse cristales de hielo que se juntan y forman superficies abolladas y muy resbaladizas. Es aquí donde yo caigo en la trampa, nunca mejor dicho. No porque sea torpe (que puede que sí), sino porque hay unas formaciones de esas justo delante de mi casa y tengo que cruzarlas si quiero salir. Intentas no pisar una, pero pisas otra :-( Y ahí es donde entra el oido, que evita que piedas el equilibrio y caigas. Aunque no siempre lo consigue. No es que me haya caído muchas veces, es que las tres caídas que he sufrido en 3 meses han sido espectaculares. Y lo peor de todo, lo que más me molesta, es que siempre ha habido alguien de testigo.