Esquiar, primer intento --- 28.01.2008 Hizo un día maravilloso después una tormenta de nieve... la ocasión esperada para ir a esquiar :-) Cargué el material y cogí el autobús a Kolsås. Una vez allí tuve que comprar una tarjeta, parecida a las tarjetas telefónicas, que hay que cargar. La tarjeta se puede cargar con "horas" (por ejemplo, pagas por estar en las instalaciones 3 horas), por "veces" (por ejemplo, por descender 10 veces. No es necesario que sean el mismo día. Puede ser una hoy, dos mañana...) o por todo el día. La tarjeta te la quedas y la recargas. Además es bastante normal que se pueda usar la misma tarjeta en otra estación de esquí. Cargada ya la tarjeta para todo el día, era el momento de dejarse de tonterías y empezar a esquiar... o al menos eso pensé. Aquello no era un simulacro, era de verdad. Lo primero fue ponerse los esquíes. Es más o menos como ponerse unos patines "en línea", así que no costó mucho tiempo. Luego tocó aguantar el equilibrio. También es fácil, cuando no hay pendiente. Seguidamente hay que saber estar parado, sin resbalar en la nieve. Aquí es donde empiezó la dificultad. Para controlar la velocidad hay que poner "pies de pato", formando un triángulo con los esquíes. Es lo que se denomina "å plugge" en noruego. Cuanto más paralelos estén los esquíes más rápido se descenderá por la ladera. También hay que tener en consideración el ángulo de bajada: Ir en paralelo a la linea "punto_de_salida-punto_de_destino" significa, en muchos casos, dejarse la dentadura en el primer sitio que se interponga en nuestro camino, que generalmente es un árbol aunque puede tratarse de una valla. Ir perpendicular a esa línea significa no moverse. La niña, de unos 7 años, que se estampó contra la valla a toda velocidad podría confirmar esto. Yo estaba pendiente de coger el elevador cuando la niña se estrelló. Cuando vi el accidente, que ocurrió a dos metros de mi, me quité los esquíes y fui a ayudar a la niña, que lloraba dolorida. Entonces llegó la madre. Yo esperaba que dijera algo tipo "¿Estás bien cariño?" o "¿Te has hecho daño?". En su lugar, la madre frenó tranquilamente delante de la niña, se agachó para levantarla y le dijo "María, ¿ves por qué te digo que hay que frenar antes de la valla?" ...de piedra....yo me quedé de piedra.
Yo después de dos horas de estar dos horas esquiando:
Así que lo adecuado es ir haciendo zig-zag, empezando con unos 20 grados e ir aumentando el ángulo poco a poco según se vaya cogiendo confianza. Como tengo los "huevos cuadraos", pasé de la pista fácil (la de bebes y niños cagones) y me fui directo a la pista infantil avanzada que es para niños entre 5 y 12 años y para los "principiantes avanzados". Debo decir que la pendiente quitaba el hipo.
Los primeros 40 minutos fueron un infierno. Moverse con los esquíes sin deslizarse (por ejemplo para coger el elevador) fue un suplicio. El estar en pendiente te vuelve inestable. La inestabilidad te hace caer y cuesta muuucho levantarse del suelo. Poquito a poco fui cogiéndole el truco a no caerme y a moverme como un pingüino tullido por la nieve. Empecé a usar lo del zig-zag y a coger "algo" de velocidad. Al principio pensé que debía tener cuidado de no atropellar a ningún niño, pero luego vi que era yo el que debía poner atención en no ser atropellado por ellos. El caso es que fui cogiendo destreza, confianza y estabilidad. 6 horas después de haber empezado me sentí con fuerzas para ir a la pista de "los mayores".
No hay que estar loco para tirarse por ahí, hay que tener los "huevos cuadraos y con pinchos". Casi me mato. Mi buena estrella quiso que en vez de acabar contra los árboles que podéis ver al fondo a la izquierda fuera a parar a una "subidita" que me frenó hasta deternerme. Y como los hay que nunca aprenden, me volví a tirar. Duró unos 5 minutos, pero a mi me pareció una eternidad. La velocidad, ver que no puedes frenar aunque lo intentas con todas tus fuerzas, hacer fuerza con todo tu cuerpo para frenar, la caida a toda velocidad...todo me produjo una descarga de adrenalina tal que al llegar al final de la pista me temblaba todo.
En este video salgo yo depués de 6 horas, unos momentos antes de ir a la pista de los mayores. Al principio no se sabe quién soy porque hay otros dos. Pero luego la cámara me enfoca a mi :-) :
He sacado como conclusión que aquello fue demasiado para un mismo día. En España se dice que los niños nacen con un pan bajo el brazo. En Noruega se dice que los niños nacen con esquíes (¡pobres madres!). Es algo en lo que estoy totalmente de acuerdo. A pesar de no haber conseguido bajar con éxito (depende de lo que se considere éxito, lo estoy contando ¿no? y sigo teniendo los dientes) la pista de los mayores me alegro de haberlo probado y tened por seguro que volveré a intentarlo. Es más, llegará el día en el que escriba que la pista de "los mayores" se ha quedado corta para mi... tiempo al tiempo.