Luto en Noruega --- 23.07.2011En cuanto se confirmó que la explosión había sido causada por una bomba -teniendo en cuenta que nadie había reclamado la autoría- la ciudad entró en estado de sitio. La policía comenzó a desalojar todos los edificios del centro, el parlamento, las oficinas, las tiendas... todos fuera. Fuera Y lejos. Incluso en la calle Carl Johan -la peatonal que lleva a la estación- había cristales rotos por la calle debido a la onda expansiva. Todavía no se sabía si habría más bombas en otros puntos de la ciudad.
Vista aérea de la zona de la explosión, foto
e24.
La cadena nacional
NRK ha puesto a disposición del público un
mapa en el que se aprecia la magnitud de la explosión.
En la imagen, marcado con un círculo amarillo, se muestra el lugar en el que se colocó el coche bomba. Los edificios marcardos de rojo han quedado destrozados y los puntos rojos son lugares desde los que los reporteros han tomado fotografías.
El personal de seguridad tomó la calle y ayudó a dirigir el flujo de gente hacia las improvisadas parades de autobús y tranvía.
El ejército salió armado hasta los dientes y con perros para inspeccionar todo lo que fuera inspeccionable. La policía hacía un llamamiento popular, pidiendo a la gente que no fuera al centro, que no saliera de casa y que se abstuviera de reuniones públicas. Una especie de estado de sitio.
Soldados vigilando Stortinget, foto
Aftenposten.
Apenas un par de horas después un tipo
disfrazado de policía disparaba contra los asistentes a un campamento de juventudes del
partido laborista. Los jóvenes huyeron
como pudieron, escondidos en los árboles o tirándose al lago
Tyrifjord. Todavía
no han encontrado a todos los asistentes y
siguen apareciendo cuerpos en el agua.
La isla en la que se celebraba el campamento se encuentra a unos 30 minutos de Oslo, 42km.
Váis a morir todos -
Dere skal alle dø- era lo que el asesino decía
según los testigos presenciales.
Asesino buscando víctimas en Utøya, foto de
VG.
Mientras los medios internacionles hablaban de ataque terrorista, la policía investigaba los datos aportados por los testigos. El sospechoso era un hombre blanco de 1,90m de altura y acento de østlandet (la parte este de Noruega). Algunos testigos de la zona de la bomba afirmaban haber visto a un tipo que encajaba con esta descripción. Horas más tarde la policía
capturaba al sospechoso. También se
pudo confirmar su
relación con la extrema derecha.
Servicios médicos en Utøya, foto de
dagbladet.
En 2009 creó una pequeña empresa -Breivik Biofarm- que se supone debía dedicarse al
cultivo de vegetales ecológicos. Esa parece que fue la excusa para tener acceso a
grandes candidades de compuestos químicos que pueden ser usados para la
fabricación de explosivos. La policía ha encontrado
en su granja 3 toneladas de las
6 toneladas de fertilizante químico que compró en mayo. Por supuesto,
nunca se cultivó nada.
¿Y las víctimas? Pues mal. De momento hay 92 muertos confirmados.
El rey y el primer ministro han ido a visitar a los afectados,
todo el país se encuentra afectado.
La iglesia noruega tendrá las iglesias abiertas y los
programas de ayuda psicológica a los afectados ya han comenzado. Por las
historias que cuentan los supervivientes, van a necesitar ayuda.
La gente ha reaccionado
yendo a donar sangre (yo he ido esta mañana al hospital y me han dicho que de momento van bien. En caso de necesidad, volverán a hacer un llamamiento) y ha mostrado sus respetos
encendiendo velas, creando grupos en redes sociales, mandando
mensajes de
condolencia a los familiares de las víctimas y
vistiéndose de luto. Las
últimas noticias las podéis encontrar en la web de
NRK.
Desde aquí mi mejores deseos a los heridos, tanto físicamente somo psicológicamente, y mis más sentidas condolencias a todos aquellos que han perdido un ser querido.
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