De cerca --- 17.08.2010Después de unos agradables -aunque agotadores- días en la montaña, nada mejor que volver a la comodidad del sofá. Casualidades de la vida, el SOL continuó luciendo algunos días sin que ninguna nube se interpusiera en su camino, por lo que yo en lugar de hacer mis siestecitas estivales en el sofá las hice en el jardín.
En cuanto uno deja de pensar en las cotidianas tareas del día y presta atención a su alrededor, puede ver escenas como las de estas fotografías. Ya se que estas fotografías vistas desde latitudes más sureñas no tienen la espectacularidad de las fotos que hice en la montaña. Pero creedme que cuando uno vive aquí, el punto de vista cambia.
En ocasiones pienso que, debido a las estaciones, vivir en Noruega es como vivir en dos paises distintos. El frío invierno transforma el país, trae consigo tranquilidad, nieve, estrellas, oscuridad, esquí...
El verano, como cara opuesta de la misma moneda, nos brinda colores, movimiento, sonidos (cantos de pájaros, insectos), luz... y siestas en el jardín :-)
Ese mismo campo estaba hace 6 meses cubierto por medio metro de nieve y hoy es un bonito jardín lleno de vida. Los bichos van y vienen recolectando comida y almacenándola para los meses de escasez venideros.
Estos cambios estacionales tan bruscos han influido, por descontado, en la manera que tienen los noruegos de ver las cosas. Por ejemplo, ¿cómo se dice mariposa en noruego?
Sommerfugl, que significa literalmente "pájaro de verano".
Algún curioso lector me pregunta por
las babosas. Después del invierno y
después de aquel artículo, la pregunta es ¿volvieron las babosas? No tengo un claro ganador. Siempre quedará alguna, no creo que desaparezcan del país. Aunque es verdad que no se ven tantas como el año pasado (era exagerado). No creo el frío haya sido la única causa. Estoy seguro de que las "cazerías" organizadas por la
kommune han tenido algo que ver.
Subir